Peña Mea

El acercamiento es bastante simple, cogeremos la carretera AS - 252 desde Laviana hasta el Llano La Tabla, en Tolivia. Seguiremos a la izquierda la carretera a Fresneo. Desde aquí, por una pista apta para todo tipo de vehículos, hasta Les Campes donde dejamos el coche, junto a la capilla de la Visitación.

El camino a recorrer comienza por una amplia pista, apta para vehículos todoterreno e incluso normales.

Vamos ascendiendo de forma suave, pasamos un cruce que nos señala a la izquierda Doñango y a la derecha Pelúgano. Nosotros continuamos hacia Pelúgano, aunque es posible ascender por Doñando. 

 

Cuando llegamos a la Collada Pelúgano el camino se bifurca y debemos tomar el de la izquierda que nos acercará a una cabaña que tiene, un poco antes un abrevadero con dos caños, uno estaba seco.

A nuestra derecha y más abajo dejamos las cabañas de Cerreo.

El camino se estrecha, aunque continúa muy marcado y va ascendiendo hasta situarnos en la base de la Canal de las Cuevas. La canal es amplia y herbosa, pero vista desde abajo del todo la subida impone. 

Este es el tramo más costoso, de toda la ascensión, el sendero zigzaguea con acusada pendiente y nos conducirá hasta el famoso Ojo de Buey, y una amplia cueva denominada la Iglesiona.

Continuamos ascendiendo hasta que nos situamos en la parte superior de una canal que con abundante arbolado se descuelga hacia el valle de Tolivia.

Giramos a la derecha y superadas unas rocas nos adentramos en la pradera de Pedromoro, superamos varios resaltes rocosos y nos situamos en la base de la peña.

Existen dos caminos, el de la izquierda sube directamente a la peña y el de la derecha lo hace cruzando la Senda del Gatu, y por la fuente de Mea hasta la cumbre.

 

Nosotros hoy hemos desistido de hacer cumbre, la niebla nos impedía ver el paisaje y “Si hay que subir se sube, pero subir pa na”, el regreso lo realizamos por el mismo camino, cuando nos acercamos a la canal de las Cuevas La niebla se disipa un segundo y podemos divisar la cumbre. Se vuelve a cerrar en niebla y no volvemos a verla en todo el día.