domingo, 26 de febrero de 2012

Cruz de Priena


El ascenso a la Cruz de Priena puede realizarse por varios caminos, en esta ocasión vamos a hacerlo desde el aparcamiento situado junto a la casa de aldea de Asprón.
Justo enfrente del aparcamiento parte el sendero que en continuo ascenso y por un marcado zig-zag, visible desde la basílica y desde la Gruta, nos situará en poco más de una hora en la cumbre.

 

Según vamos ascendiendo la panorámica que contemplamos de la Basílica y de la Santa Cueva, van cambiando y nos muestran perspectivas que no son las más habituales.






El camino no tiene pérdida y en los cruces tenemos que fijarnos en los jitos que nos marcan por donde continuar.
Cuando llegamos a la fuente Ginés debemos tomar a la izquierda y afrontar el último repecho fuerte de la subida.







Al dar una curva distinguimos sobre nuestra cabeza la cruz que corona la cima, el camino serpentea un poco ganando altura rápidamente y sala a un zona más abierta desde donde distinguimos los Picos de Europa, La sierra del Cuera y las vegas de Con.




El camino gira a la izquierda y nos sitúa en la cima desde donde tenemos una impresionante vista de Covadonga.
Normalmente el descenso lo realizaríamos por el mismo camino o hacia Corao, caso de disponer de dos vehículos.




  Hoy queremos explorar otra opción y decidimos continuar por un senderito que parte junto a la cruz y se dirige a la parte final de la peña. Al llegar al final encontramos una bajada fácil hacia la pradera que tenemos a nuestra derecha.
Una vez aquí tomamos dirección a la cabaña derruida que hemos visto desde arriba y, al no encontrar un camino practicable decidimos descender cruzando las fincas.



Encontramos las cabañas del Gurugú junto a las que parte un camino, bastante tomado por la vegetación, pero que nos permite un descenso más cómodo. Encontramos una corra y una cueva en lo alto, poco después llegamos a otro conjunto de cabañas “Cuartes”.
Continuamos descendiendo y salimos a la carreterita que asciende al pueblo de Llerices.
Desde aquí por la senda peatonal hasta Covadonga.

lunes, 20 de febrero de 2012

Vega Pociello


Comenzamos nuestra ruta en la carretera del puerto de Tarna. Un kilómetro antes de la desviación para el pueblo de Tarna, al final de una recta y justo al llegar a una curva a la izquierda, encontramos un camino que sale por nuestra derecha y que dispone de una señal de circulación prohibida. En este punto podemos dejar el coche en el borde de la carretera, hay espacio para dos o tres coches.


   Preparados para caminar tomamos el camino y vemos que en la señal se encuentran las marcas de un PR. Estas marcas son para dirigirse a la cascada del Tamballón. Descendemos un poco por la pista y  encontramos unas construcciones casi en ruinas donde se bifurca el camino. Nosotros continuamos de frente, por el camino equivocado, según nos señalan las marcas del PR.



El camino continúa descendiendo al frente tendremos el Cantu del Osu y a la izquierda una molo rocosa de forma piramidal que después nos servirá de punto de referencia para divisar a lo lejos la cascada del Tamballón. 





 
 Después de unos diez minutos llegaremos al puente del Corral por el que cruzamos el río Nalón. que debido a las nevadas de los últimos días baja con un caudal abundante.








La pista desde este punto comienza a ascender y hoy nos proporciona una bonita sorpresa un venado en medio de la misma. Seguramente la nieve ha propiciado que descendiese en busca de alimento.




Continuamos por la pista y un poco antes de llegar a una primera cabaña si miramos hacia nuestra izquierda y dejando la pirámide rocosa a la derecha al fondo podremos distinguir la cascada del Tamballón.
Continuamos ascendiendo por la pista hasta la majada de La Ablañosa, donde encontramos un conjunto de cabañas en muy buenas condiciones y una fuente con abrevadero.



Abandonamos la majada por la izquierda por un camino en el que al dividirse tomaremos el que se dirige al riachuelo. Poco después abandonamos la pista por un sendero señalizado el cual seguiremos hasta llegar a la fuente de los ríos, entrada a la Vega y desde donde divisamos, un poco más arriba las cabañas.
Hoy ha sido imposible llegar a la fuente debido a la nieve, pero el paseo ha merecido la pena. No pensábamos encontrar tanta nieve y cuando nos comenzamos a hundir hasta las rodillas decidimos regresar y dejarlo para mejor ocasión.