Cerru Sopiedra

Comenzamos nuestra ruta en el pueblo piloñés de Porciles, al que accedemos por una estrecha y empinada carreterita que parte por la izquierda, justo en la entrada de Espinaredo.

Dejamos el coche en Porciles y comenzamos la ruta, siguiendo las indicaciones del GR-105, por una pista que parte por la derecha al entrar en el pueblo.

La pista, hormigonada, se hace bastante pendiente hasta alcanzar el collado de Tayada. Poco después encontramos un cruce de pistas. La que continúa al frente es el GR-109 y nosotros nos desviamos a la derecha continuando por el GR-105.

Pasamos junto a una cabaña y casi inmediatamente tomamos a la izquierda para continuar ascendiendo hasta alcanzar una loma que tiene delante una pared rocosa.

El camino gira a la izquierda y continúa ascendiendo, ahora por zona empedrada. Al finalizar la zona empedrada continuamos en zig-zag hasta que tomamos decididamente dirección este faldeando la cara norte del Cerru Sopiedra.

El camino nos sitúa en la collada Espina desde donde sale un sendero que, en dirección oeste, nos situará sin mayor dificultad en el vértice geodésico del Cerru Sopiedra.

Regresamos a la collada y, si no lo hemos hecho antes, dirigimos nuestra vista hacia el horizonte para distinguir la silueta del macizo occidental de los Picos de Europa. 

Descendemos un poco y en la misma collada encontramos una fuente con abrevadero.

Continuamos ahora por el sendero que en suave descenso nos acerca a un collado con árboles y cabañas. 

Nos encontramos en la majada de Pendedor. Este es un buen lugar para reponer fuerzas y descansar un poco.

Es el momento de decidir por donde queremos regresar. Podemos hacerlo regresando por el mismo camino o continuando por el comino que traemos descendiendo hacia el valle de la Castañar, abandonando el GR-105, pasamos por la majada Pandu l’Osil y desde aquí por pista hasta llegar al pueblo de Raiceu, si no tenemos aquí un segundo coche, continuaremos por carretera a Espinaredo y Porciles.

Ermita del Alba

Salimos del alto de la Cobertoria, desde donde tenemos una buena vista de los montes del concejo de Quiros con Peña Rueda en primer término, por la pista que en dirección norte y sin abandonarla nos situará en el Prau Llagüezos.

Por el final del prau y junto a la construcción que allí se encuentra parte una pista más estrecha que descendiendo nos acerca a la carretera que comunica con las instalaciones del Gamoniteiru.

Cuando llegamos a la carretera encontramos el indicador del GR-106 que comunica con el pueblo de Bárzana, capital del concejo de Quirós.

Seguiremos estas indicaciones sin abandonarlas y siempre ladeando por las estribaciones de la  Sierra del Aramo, al superar una de las “aristas” divisamos la Peña del Alba y en su ladera la Ermita.

Continuamos caminando y encontramos una fuente y, poco después, el sendero señalizado nos invita a descender hacia una pista más ancha, pero nosotros continuamos llaneando, para unirnos a la pista más adelante, pues esta asciende hasta nuestra altura.

Ahora el camino llanea hacia la Ermita. Pasamos entre las cabañas bordeando por cualquiera de las dos pistas que vemos ante nosotros.

Únicamente nos resta el último esfuerzo para llegar a la Ermita.

El regreso podemos realizarlo por el mismo camino o siguiendo las indicaciones del GR dirigirnos hacia Salcedo o Bárzana.

Picu Cellón

Nos dirigimos al puerto de Pajares y en el aparcamiento situado en el alto dejamos el coche y nos disponemos a caminar.
Al principio del aparcamiento encontramos una portilla que da acceso a los pastos y a una pista por la que iniciamos nuestra ruta. Seguimos la pista, sin abandanarla, hasta que finaliza y empezamos a atravesar una zona de piornos procurando no perder altura y dirigiéndonos hacia nuestra izquierda hasta encontrar la alambrada de separación de pastos.


Ahora seguiremos esta cerca que nos situará en la cima del Cellón. Las vistas que se nos ofrecen durante la subida, con Peña Ubiña surgiendo de la niebla, merecen la pena.







El camino es bastante cómodo, aunque en algunos tramos la pendiente es fuerte y en otros encontramos abundante piedra que podemos bordear con facilidad.

Desde la cumbre del Cellón las vistas son magníficas en todas direcciones.
Para el descenso optamos por continuar bordeando la cerca y dirigirnos hacia la Pájara y La Llomba. El primer tramo de descenso, hasta la primera collada, es muy pendiente y con piedra pequeña y suelta, que nos hace resbalar un poco. Una vez en la collada el camino es sencillo hasta la Llomba.

Ahora debemos buscar el camino para descender hacia Arbás. Vamos descendiendo entre la vegetación hasta que encontramos una pista que nos dirige hacia el valle. Entroncamos con otra pista más ancha y seguimos en dirección a Arbás, nos encontramos un depósito de agua y desde aquí decidimos bajar por el aliviadero del depósito.

Llegamos a un nuevo prado u nos dirigimos a la pista que vemos ante nosotros, descendemos un poco por ella y la abandonamos para atajar por los prados y situarnos en el pueblo de Arbás.
Ya sólo nos queda recorrer, por carretera, el kilómetro que nos separa del coche, en el alto del puerto

Monsacro

El Monsacro parece ser que tiene una estrecha vinculación con los inicios del reino de Asturias y la leyenda habla del traslado de las reliquias del  Arca Santa a una de sus cuevas, donde permanecieron hasta que Alfonso II las trasladó a la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo.

 

Comenzamos nuestro camino en La Colla, lugar situado a 2,5 km de Santa Eulalia de Morcín y a la misma distancia de La Foz.

En la carretera encontramos un panel informativo que nos indica la ruta a seguir.

 

Comenzamos a caminar por una pista ancha que rápidamente va tomando altitud, por una zona arbolada.

Al poco tiempo se acaban los árboles y la pista continúa su ascenso y comenzamos a ver el paisaje que nos rodea, hoy tenemos algo de niebla en el valle y las montañas aparecen entre la misma.

Al llegar junto a una torre del tendido eléctrico la pista se convierte en un sendero estrecho que en zig-zag y continuo ascenso nos situará en las proximidades de las capillas.

En la última parte el sendero se convierte nuevamente en una pista y al llegar a lo alto divisamos la Vega de les Capilles situándose a nuestra derecha la capilla de La Magdalena y al fondo y a mayor altura la de Santiago.

 

Las dos capillas del Monsacro, declaradas monumento histórico artístico en 1992, se cree que fueron construidas en el S XIII.

 

En el fondo de la vega hay una charca que sirve de abrevadero a los animales que pastan por estas alturas.

 Tras acercarnos a la capilla de La Magdalena y descansar un poco, la subida ha sido corta pero pendiente, nos dirigimos a la capilla de arriba o de Santiago que se cree relacionada con la orden del temple debido a su estructura octogonal y al lugar de su construcción, sobre lo que se cree un antigua dolmen.

 

Por la parte superior de la capilla sale un sendero que pronto gira a la derecha para superar por la parte inferior las rocas que tenemos ante nosotros y posteriormente dirigirse a la collada que divisamos para ascender al Pico Monsacro.

Para el descenso, si sólo disponemos de un coche, lo más lógico es realizarlo por el mismo camino. Nosotros decidimos bajar por la pista que nos conduce a Los Llanos.

 La pendiente, por esta vertiente, también es muy considerable, aunque se trata de una pista por la que circulan vehículos

 

En el camino nos encontramos con un tejo que parece surgir de la roca.

Seguimos la pista hasta los Llanos y desde aquí unos 3 km por carretera hasta La Foz y otros 2,5 hasta La Colla.

Picu Abedular

Comenzamos nuestra ruta en el puerto de Tarna. Dejamos el coche junto al hostal y descendemos por la carretera, en dirección a León.

En la primera curva a la derecha tomaremos una pista que, por la izquierda, asciende suavemente.

Avanzamos por la pista y enseguida vemos un sendero a la izquierda que se dirige a una portilla. Podríamos subir por aquí pero el camino, después de pasar el límite de pastos, está algo cerrado y es más pendiente.

Continuamos por la pista hasta una collada, por la que realizaremos el descenso, continuamos nuestro caminar por la pista que baja un poco para llegar a una majada. Aquí giramos a nuestra izquierda para dirigirnos hacia el pico que vemos continuamente.

Vamos ascendiendo entre la vegetación que nos ofrece un colorido extraordinario y siempre buscando nuestra izquierda para no perder altura. 

Pronto encontramos un sendero más ancho en el que encontraremos algunos jitos y que nos situara en la collada justo en la base del Abedular.

Solo nos queda el último esfuerzo para llegar a la cumbre. Hoy el día no nos acompaña y aunque estamos en agosto la niebla no nos permite ver el paisaje que nos rodea y el frío nos aconseja no permanecer mucho tiempo en la cumbre.

Descendemos siguiendo el sendero por el que subimos y la continuamos sin dirigirnos a la majada por la que ascendimos, que dejamos ahora a nuestra izquierda. Pasamos al otro lado de la divisoria de pastos y poco después volvemos a cruzarla para descender hacia la collada por la que discurre la pista que seguiremos para regresar al Puerto y el coche.

Peña Gradura

Comenzamos nuestra ruta en los Puertos de Marabio, junto a la ermita de Santana.

Tomamos una ancha pista que desciende un poco y que pronto abandonamos por un sendero que sale a nuestra izquierda y que comienza a ascender de forma decidida hacia la collada padiella, que distinguimos sobre nosotros. El camino de ascenso es cómodo aunque pendiente y discurre por zona rocosa.

Una vez en la collada lo más aconsejable es descender hacia la vega y recorrerla en todo su extensión, superar una primera laguna y continuar hasta llegar a la laguna de Vega de Castro.

Nosotros decidimos bordear el monte. Vamos dando vista a toda la vega a nuestra izquierda y la rocosa mole del Picu Padiella a nuestra derecha.

Poco a poco vamos perdiendo altura hasta llegar a una collada que nos da acceso ala vega de Castro. En el fondo distinguimos la laguna y junto a ella vemos un sendero que asciendehacia la collada de Peña Gradura.

Bajamos a la laguna e iniciamos el ascenso hacia nuestro destino, hasta la colada el camino es cómodo pero aquí se pierde y debemos buscar el mejor camino para llegar a la cumbre, nosotros lo hacemos ladeando un poco a la derecha pare posteriormente girar a la izquierda, ya en la cumbrera y alcanzar la cima de Peña Gradura.

Frente a nosotros tenemos la Peña Sobia y en el valle distinguimos San Martín de Teverga.

Después de contemplar el paisaje decidimos bajar por la cumbrera, primero al oeste y posteriormente al noroeste para ir bordeando la vega y buscar otro camino para descender hacia los puertos.

Llegados a la collada La Mucherina, vemos que la bajada puede resultar algo complicada y como es temprano y el día acompaña decidimos dirigirnos nuevamente hacia la vega para recorrerla entera y al final de la misma subir hacia la collada Cunquín situada entre el Picu l' Obiu y El Cuervu.

Desde esta collada divisamos, nuevamente, el Caldoveiro y en el valle la carretera. Para regresar a la ermita tenemos dos opciones, regresar a la collada Padiella o buscar algún sendero que nos permita llegar a la carretera desde la collada en que nos encontramos. Nos decidimos por la segunda opción y en poco tiempo llegamos a la carretera y desde aquí a la ermita.

Cabeza de Pandescura

  Comenzamos nuestra ruta en Demués, pueblo perteneciente al concejo de Onis, al que accedemos por una carreta que parte justo a la entrada de Benia.

A la entrada de Demués parte una pista a la izquierda que después de pasar junto a una vieja casona y una capillita se dirige, con zonas de fuerte pendiente que alternan con zonas llanas, hacia la majada Belbín y los Lagos (PR-PNPE 8).

Al avanzar por la pista, si miramos a nuestra espalda distinguiremos el pueblo de Gamonedo, famoso por su queso.

Avanzamos por la pista, cómoda de caminar, y desde la que empezamos a divisar nuestro destino. Llegamos hasta un cruce que nos señala la dirección de Cabañayu, nosotros seguimos por la pista que traemos y regresaremos por Cabañayu.

Nos encontramos dos fuentes y poco después de la segunda llegamos a un cargadero de ganado. La pista continúa un poco y gira a la derecha con fuerte pendiente hacia Belbín y los Lagos.

Nosotros en el cargadero tomamos el caminito que parte a la izquierda y un poco hacia atrás, para bordear la primera loma e ir acercándonos a Pandescura.

Debemos dirigirnos a la collada que divisamos entre las dos cumbres y una vez en ella buscar el acceso a la cumbre, que es la parte más complicada de la ascensión. Apenas 8 o 10 metros pero que nos exigen gatear.

 
Las vistas sobre el valle del Casaño, con el camino marcado en la roca son impresionantes. Lástima de día que no nos permite divisar los Picos y al mar.

Para el regreso tomamos dirección a Cabañayu donde podemos ver los restos de la Majada. Continuamos por el camino hasta llegar al cruce con la pista que encontramos al ascender y por la que podemos bajar para continuar por el camino por el que habíamos subido pero tomamos el que sale por la parte derecha de la cuadra que encontramos en el alto. Este camino pasa junto a dos cabañas y se convierte en una pista ancha, desde la que divisamos nuevamente Gamonedo y que nos sitúa en las proximidades de Demués.